Inmensa, pura, silenciosa… e imperdible.
En la estepa patagónica, el cielo y la tierra se ponen de acuerdo para unirse en un solo gran espectáculo.
Hermosos cerros y mesetas con amaneceres y atardeceres cuyos colores se quedan grabados en la memoria para siempre. Una extensión enorme que ofrece la posibilidad de vivir un día lleno de aventuras: stand up rafting, flotadas, cabalgatas, caminatas, paseos en bicicleta, pesca, ¡e incluso avistaje de aves!
En estos parajes en donde el aire parece el más puro del mundo, podremos asombrarnos con el majestuoso vuelo del gran cóndor. También se pueden ver manadas de guanacos, animales gráciles y hermosos de suave pelaje marrón y blanco.
Para descansar de tanta inmensidad, nada mejor que descansar a orillas del río Limay o el Ñirihuau, o a la sombra de un cañadón. Quien realice una excursión, podrá disfrutar de un delicioso asado en alguna de las bellísimas estancias de la zona.
Llevar ropa cómoda. En verano, llevar visera, anteojos de sol, protector solar y agua. En invierno, llevar gorro y guantes